(Narra
Marie)
No
pude evitar acariciar su cara, estaba tan cerca de él. No sabía lo que sentía
en ese momento, creo que una parte de mí se moría porque que bajara, porque
juntara sus labios con los mios.
Cada
vez menos aire pasaba entre nosotros. Sí, definitivamente sí me gustaba.
¿Cuántos días llevaba él aquí?, 9…10. Dios, no sabía que hacer. Un verano, todo
lo que durarían las cosas sería, un verano. Necesitaba pararme a pensar.
Decidí
que lo mejor era apartarme justo cuando escuchamos el timbre de casa y casi
mejor, no creo que hubiera sido capaz de apartarme por mi misma.
Liam
se quitó de encima y se colocó bien la camiseta, me tendió la mano y me ayudó a
levantarme. Antes de salir del cuarto para bajar a abrir la puerta se giró, se
acercó a mí y me dio un suave beso en la mejilla susurrando un, lo siento.
Bajé
con él y en la puerta nos encontramos a Chaz y a Ryan. Iban con el bañador y
unas raquetas para la playa.
-¿Os
venís a la playa?, los demás están allí.
-Claro,
voy a cambiarme.- Liam se marchó supuse que a por una toalla.
-Tu
también eh.- me dijo Chaz.
(Narra
Liam)
Me
sorprendió el que Marie nos siguiera hasta la playa, tanto que decía que solo
le gustaba ir sola y al final se estaba viniendo con nosotros.
Me
paré un poco hasta que ella llegó a mi altura, Chaz y Ryan se estaban metiendo
a todo correr a la playa.
-Osea,
que con ellos si te vienes a bañarte.- dije intentando no sonar borde.
-Por
acompañaros.- apareció una sonrisa en su cara.
-Ya
te vendrás conmigo.- dije casi con orgullo.
-Hmm,
seguramente.- alzó una ceja.- ah, y lo de antes, no lo sientas. No ha pasado
nada malo.- me miró fijamente a los ojos antes de sentarse junto a Alba en una
gran toalla.
Quería
contestarle alguna cosa pero Ryan me estaba llamando desde el agua.
(Narra
Marie) DECIMOSÉPTIMO DÍA DE VERANO
(07-07-2012)
Habíamos
decidido ir por la noche a tomar algo a la ciudad. Teníamos el coche de Ryan y
el mío, los chicos se irían juntos y Alba se vendría conmigo.
Ambas
estábamos en mi casa arreglándonos. Ella se había puesto un vestido rojo super
veraniego y yo aún estaba en toalla decidiendo que ropa escoger.
-¿Por
qué no te pones el negro?.- dijo cogiendo mi vestido de tirantes.
-Hmm.-
puse mala cara.- no me apetece vestido, quizá falda.
-Pues
esta.- cogió una a rayas grises y negras.
-Vale,
me gusta. Me la pondré con una camiseta negra.
Decidí
echarme un poco de espuma en el pelo para marcar más los rizos pero no tuve
demasiadas ganas de maquillarme. Tan solo me hice una raya negra en el ojo y me
eché un brillo de labios.
-Los
chicos están en la puerta.- dijo Alba saliendo de mi casa.
-¡Voy!.-
me eché un poco de colonia con olor a piña y cogí las llaves de casa y del
coche para meterlas en mi bolso.
Al
salir de casa me encontré a un muy asombrado Chaz sin quitarle los ojos de
encima a Alba. Christian, Ryan y Liam estaban sentados en el pequeño muro que
había frente a mi casa de espaldas a mí.
Ninguno
habíamos vuelto a hablar del tema pero no me quitaba de la cabeza lo que había
casi sucedido el sábado anterior. Decidí comentárselo por la mañana, esa noche
tocaba pasárselo bien.
-Bueno
chicos, ¿nos seguís con el coche?
-Sí,
vamos.
-¿Dónde
va…- Liam se giró y se quedó parado mirándome.
-¡Vamos!.-
apresuraron los chicos metidos ya en el coche con Ryan.
-¿Liam?.-
pregunté moviendo la mano.
-Eh,
sí.
-¿Vamos?
-Claro.-
se subió al coche y yo me fui a abrir el mío.
(Narra
Liam)
Llevábamos
unas 2 horas en una discoteca que habían elegido las chicas. Me había estado
percatando de que Ryan no bebiera más de una copa y esperaba que Alba hubiera
hecho exactamente lo mismo con Marie. Pero creo que no fue del todo así.
-Creo
que nos vamos a tener que quedar mucho más tiempo aquí. Se ha pasado con las
copas.- dijo Alba sujetando a Marie del brazo. Marie empezó a reírse de la
situación sin saber nada.
-Hmm,
¿cuántas lleva?
-Cuatro
y me he negado en rotundo a que siguiera, pero es que necesito ya mismo ir al
servicio. Quédate con ella por favor.
-Está
bien.- dije tranquilizando a Alba y mirando acto seguido con seriedad a Marie.
-Vamos
a la pista, Liam.- dijo Marie animada tirando de mi mano.
Acepté
y dejé que me arrastrara, con un poco de suerte se espabilaba, si no me temía
que iba a terminar yo cogiendo su coche y no me hacía demasiada gracia porque
ella no se enteraría de nada hasta el día siguiente.
-Me
encanta esta canción.- dijo echándose el pelo hacia atrás.
Se
tambaleó un poco en el sitio y tiré de ella hacia mí para que se agarrara y no
terminara en el suelo.
Hubiera
podido aprovechar para sacarle el tema de irnos solos a la playa, pero me
pareció muy rastrero el hecho de aprovechar que ella estuviera en ese estado.
-¿Te
lo estás pasando bien?.- dijo muy cerca de mi cara.
-Marie.-
aparté la cara aguantando también las ganas de acabar lo que habíamos empezado
en mi casa.- no sabes lo que haces.
-Me
gustas.
-Y
ahora no sabes lo que dices.
-Te
gusto.
-Estás
borracha, mañana no te acordarás de esto.
-Recuerdo
que casi me besaste.- pasó sus manos por mi cuello y un escalofrío me recorrió
la espalda.
-Basta,
Marie.- me costó decir aquello. La distancia era aun más menuda que la vez
anterior.
Ella
se quedó como petrificada con mis palabras, miró al suelo como una niña a la
que acaban de castigar y salió corriendo de allí con dificultad.
Busqué
a Alba con rapidez para tranquilizarla y decirle que yo podría coger el coche
de Marie si ocurría algo, que la dejaría bien en casa y que ella volviera con
Ryan y los chicos.
Salí
hasta el aparcamiento y la encontré apoyada en su coche rebuscando algo en el
bolso. Cuando vi que eran las llaves del coche me apresuré corriendo para
quitárselas.
-No
vas a montarte.- la cogí del brazo e intenté quitarle las llaves.
-Déjame
sola, por favor.- escuché como sorbía mientras me apartaba la vista.
-No,
claro que no.- dije firme logrando quitarle las llaves.
-Me
quiero ir, dámelas.- puso sus manos en mi abdomen y empezó a empujarme hacia
atrás.
-No
tengo ningunas ganas de hacer esto.- di la vuelta rodeando el coche y abrí la
puerta del conductor.- pero más te vale subir o te quedarás sin coche.- me fui
hacia el otro lado y abrí la del copiloto para que se montara.
-Es
mi coche.
-Sigues
sin poder conducir.
Aceptó
y se metió en el coche, cerré la puerta y resoplé agradecido. Menos mal.
Por
el camino había estado todo el rato cruzada de brazos y sin ni si quiera querer
mirarme a la cara. Llegamos a su casa y cuando logró entrar me metí tras ella y
dejé las llaves del coche en la mesa.
L a
acompañé hasta dentro, quería asegurarme de que al menos llegara bien hasta su
cama. Se tiró en ella bocarriba sin quitarse nada y apagó la luz.
-Quítate
al menos los zapatos.
Ella
se sentó en la cama y se desabrochó las sandalias tirándolas después a un lado
de la cama.
-Me
voy a marchar, mañana cuando entiendas que el que debería estar enfadado soy
yo, me buscas.
Ahhh te e dicho ya que me encantas cielo ? Pues así es !! Cada vez me dejas más y más enganchada a la nove, te quiero y siguientee :)
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