lunes, 9 de julio de 2012

CAPÍTULO 3

Capítulo 3



TERCER DÍA DE VERANO.

A la mañana siguiente me decidí a ir a comprar algo, total, había cosas que me hacian falta y por el camino podría decidir que hacer para la cena.

Tenía que salir del pueblo, el supermercado más cercano estaba más arriba. Me metí al coche y dejé sonar a todo volumen, All aroun the world.

Una vez en el supermercado seguía indecisa, ¿y si hacia pasta?, hmmm, ¿y con que?, carne... bechamel... champiñones. También podía hacer canelones, ya venian listos en su bandejita. Lo pensé mejor y compré salchichas para hacer perritos calientes. Eso le suele gustar a todo el mundo.



(Narra Liam)

Otra mañana más en la playa con mis padres. Conecté los cascos al móvil y me puse a leer un poco.


-Ei.- escuché una voz a mi lado.
-¿Si?.- dije quitandome los cascos.
-¿Qué pasa, tio?, soy Chaz.
-Hola.- dije extrañado.- Liam.
-Mira, estoy con unos colegas jugando al voley, ¿te apuntas?, nos falta uno.
-Hmm, por mi bien.- me levanté y dejé las cosas en el bolso de mi madre.
-No eres de aquí, ¿no?.- dijo Chaz.
-No, es la primera vez que hemos alquilado aqui una casa.
.Ah, guay, ¿te quedas aqui todo el verano?
-Sí, de momento solo he conocido a una chica.
-Oh, ¿quién?
-Marie, ¿la conoces?
-Claro que la conocemos.- dijo refiriendose a todos.- os presento. Liam, ellos son Christian y Ryan, chicos, él es Liam.
-¿Qué pasa tio?.- dijo Ryan chocandome la mano.
-Pues que me habeis salvado del coñazo de estar allí con mis padres.
-Pues vamos a echarnos un partido, vas conmigo.- dijo Chaz.
-Ok.

Dios, menos mal que había alguien con mi edad por allí, yo ya me veía cada día de plantón en la playa. En mitad del partido la pelota se nos fue al agua por un fuerte golpe de Christian.

-Voy yo.

Cuando cogí la pelota me quede mirando fijamente el agua. No entendía porque a Marie solo le gustaba ir cuando estaba ella sola.


(Narra Marie)

Bien, las 8 y media de la tarde, una hora perfecta pra comenzar a hacer la cena. Me puse a cortar la cebolla para echarla por los perritos calientes cuando estuvieran hechos, pero antes de poder terminar el timbre sonó.

-¡Va!.- grité.-vaya, ¿y esto?. No son ni las 9.- dije invitandolo a pasar.
-Lo sé.- contestó Liam entrando.- pero me sabía mal que encima de que cenaba gratis tengas que preparar la cena sola.
-Que detalle por tu parte. Aunque no tenía mucha dificultad, pensaba preparar perritos calientes.
-Pues vamos a preparar perritos calientes.

Me percaté de como iba, dios mio, estaba guapisimo. No pude evitar repasarle de arriba a abajo, sí, realmente guapisimo.

-¿Vamos?.- me sacó de mis pensamientos.
-Ah sí.- dije siguiendola a la cocina.
-¿Estabas cortando cebollas?
-Así es, pero toma.-le cedí el cuchillo.- puedes seguir tu. Creo que hoy cenaremos más temprano. No me habia dado cuenta de que esto se hace rapidisimo.
-Esta bien. He traido algo y espero que podamos usarlo.
-¿Qué?.- dije descolocada mirandole a los ojos.
-Mira, ven.- dijo cogiendo mi mano y llevandome al salón.

No me había percatado de la pequeña mochila que había traido, la abrió y coloco algo sobre la mesa.

-¿Es un DVD portatil?.- dije animada.
-Aha, ¿qué mejor manera para acabar una buena cena que viendo una buena peli?.- contestó dejando un pen drive encima del DVD.
-¿Piensas en todo siempre?.- dije ya en la cocina de nuevo.
-Normalmente sí.
-Pues no esta nada mal, forastero.- dije intentando hacer una gracia, le vi sonreir y siguió con las cebollas.- si oyes un grito es que me he quemado con las salchichas.
-Tampoco incendies la casa.- dijo acercandose a mi lado mientras yo ponía la comida en la serten. Al volver la cara me encontré de lleno con la suya.

Uf, de cerca esos ojos eran aun más bonitos.

-¿Eh?,no, no la quemaré.
-¿Te hace falta vigilancia?.- dijo haciendo burlas.
-No.- le saqué la lengua.

Él se rió pero luego pensé que había sido un gesto de lo más infantil por mi parte.

-¿Y tu eres siempre tan infantil?.- pareció leerme el pensamiento.
-Normalmente sí.- me sinceré imitandole.
-Tampoco está nada mal.- contestó metiendose una patata frita de bolsa en la boca y acto seguido me tiró una a mí.
-¡Eh!.- me quejé y tapé la sartén.
-¡Tienes pocos reflejos, señorita infantil!
-Te vas a enterar.

Cogí un par de patatas y se las devolví dandole de lleno en la cara.

-¿No te contentas con una sombrilla y un vaso de agua, también patatas?.- dijo poniendose una bandeja en la cara para defenderse.
-Lo has empezado tu.- dije indignada.
-Marie.- dijo cambiando el tono de la voz y mirandome a los ojos por unos segundos. Se me paró el tiempo.
-¿Si?.- dije dejando en la mesa la siguiente catapulta de patatas fritas que iba a ir directa a él.
-Se te va a quemar eso.
-Oh, ¡ah sí!, joder.

Escuché una carcajada por lo bajo y se fue al salón.


(Narra Liam)

-La he visto como mil veces.- dijo dejando un bol de palomitas encima del sofá.

Descarté, hincame el diente, y seguí mirando los títulos. Tardamos unos 10 minutos y ni aún asi nos decidimos por ninguna.

-Espera.- dijo y se fue a su cuarto a por algo.- mira, llevo un USB en el bolso, creo que tengo pelis.
-Y seguro que solo tendrás románticas.
-Pues no, listo, tengo pocas pero hay variación. A ver, hmm... ¿noviembre dulce?... no, mejor no, es un pastel y encima acaba super triste... ¿Sherlok Holmes?
-Esa esta chula.
-Vale, la dejamos en el rincón de los quizá. Mira, ¿alguna vez has vito esta?, quiéreme si te atreves.
-Ni me suena.
-Pues esta genial. A ver, otra, esta es una de mis favoritas.
-¿El efecto mariposa?
-Aha, aunque suene cursi, es una de las pelis con las que más he podido llorar.
-¿En serio?, pero si no es triste.
-¿Que dices?.- dijo llevandose las manos a las caderas.- el final es super triste, yo estaba convencida de que se quedaría con ella.
-Aishh.- suspiré.- bueno, ¿te apetece verla?
-¿Quieres verla?.- dijo extrañada pero con algo de ilusión.
-Que sí, va ponla.

Conectó mi DVD al televisor y cogió el mando antes de sentarse a mi lado.La película llevaría sobre una hora de duración y notaba como cada vez nos habiamos acercado más el uno al otro en el sofá.


(Narra Marie)

Estabamos viendo la película tranquilos. No creí que llevara mucho más de una hora de duración. Miré hacia el lado por un par de segundos y le vi demasiado cerca. Procuré no ponerme nerviosa y seguí visionando la tele tranquilamente.

Quise volver a coger unas pocas palomitas del bol pero algo me lo impidió. Busqué con la mirada, me había chocado con la mano de Liam. Di gracias a que estuvieramos en la oscuridad poque así no pudo ver que me había sonrojado por su culpa.

-Toma.- dijo cediendome el bol.
-Gracias.- cogí unas pocas y dejó el bol en sus rodillas.



-¿Ves?, por eso me parece triste.
-Pero si se vuelven a encontrar.
-Pero no se reconocen y además cuando se encuentran ni se hablan.



Me levante para dejar en la mesa en el bol de las palomitas pero al escuchar un estruendoso ruido de fuera pegue un pequeño salto que hizo que las pocas palomitas que aún me quedaban en el bol saltaran por los aires.

-¿Qué ha sido eso?.- pregunté aun asustada.
-Tranquila, mujer, solo un petardo.
-Los odio.- se escuchó otro.- serán pesados los niños.
-¿Es que no sabes que día es?
-No.
-Pues 23 de junio, y si no me han informado mal tus amigos esta mañana, en España eso de los petardos hoy en como una tradición.
-Pero no estamos en España, estamos en Gran Bretaña. Siguen sin gustarme.- dije terminando de recoger el estropicio. Le vi reirse.- ¿te estás riendo de mí?
-Mas o menos. Eres rara.
-¿Por qué?
-Porque sí.- anda ven que te ayudo.


(Narra Liam)


Era casi media noche y ya me iba a marchar de casa de Marie. Recogí todos los cables del DVD y escuché que llamaban a la puerta.

-Esta abierto.- gritó desde la cocina.
-Marie.- dijo la voz de una chica desde la puerta.
-¿Te vienes?, vamos a hacer una hoguera en la playa.- reconocí la voz del chico del voley. Era Chaz.
-Hola.- salí de la casa.
-Hey Liam, ¿qué tal?
-Bien, acababamos de ver una peli.
-Ah guay, no me digais que os vais a dormir ya, venios a la playa.
-¡Alba!.- chilló Marié.- Jo, cuanto tiempo.- fue a abrazar a la chica que había en la puerta.
-Sí, es que he llegado hoy.
-Entonces, ¿os venis?.- dijo Chaz de nuevo.

Me asomé a la cocina y miré a Marie, me asintió feliz.

-Claro.- dije saliendo.



(Narra Marie)


Ryan consiguió encender los trozos de madera. Nos habíamos sentado alrededor de la hoguera y habiamos traido bebidas y nubes para tostarlas en la fogata.

-Bueno, ya que aquí mis amigos son de lo más descortés, me presento sola. Soy Alba.- dijo tendiendole la mano a Liam.
-Encantado, soy Liam. Me quedo aquí todo el verano, es que es la primera vez que vengo.- se explicó.
-Pero como si llevaras toda la vida.- dijo Christian tendiendole una cerveza con limón.
-¿Hay alguna sin alcohol?.- preguntó Liam.
-Creo que sí.- Christian rebuscó en la caja y le tendió una.
-Tengo una idea.- dijo Alba.
-A ver, genia.- respondí.
-Verdad o prueba, ¿os atreveis?
-Hoy estás espabilada.- dijo Chaz.
-Vamos, cagueta. Liam, empieza tu. Elige a alguien.

Liam al principio se quedó sin saber que hacer pero luego se unió al juego muy animado.

-Chaz.- rio.
-Vaya.- se quejó Chaz.
-¿Tiene que elegir, no?.- le asentí.- pues elige.
-Verdad.- suspiró Chaz.
-Vale, hmmm, ¿cual es la mentira más grande que le has soltado a tu madre?
-Pues... supongo que el año pasado. Una noche les dije que me quedaba aquí con todos y termine en la ciudad con una chica y de fiesta.
-Que malote.- se burló Alba.
-No seas mala persona. Venga, me pido yo el turno.- dijo Ryan.- Liam, eres el nuevo, así que te ha tocado.- Liam asintió dandole un trago a su cerveza.- empezaremos suave. Elige.
-Verdad.- dijo Liam seguro.
-Aquí nadie elige prueba.- me quejé.
-Calla.- dijo Ryan.- vamos a ver, ¿con cuantas tias te has acostado?

Se escuchó un sonoro, "uuuuuh", por parte de todos menos Ryan y yo. Liam le miró sonriendo y contestó basante tranquilo. No supe el poque pero tuve interes en enterarme de esa contestación.

-Dos.
-Bueno, bueno, esto se va animando.- dijo Christian.- ¿puedo pedirme yo el turno ahora, no?.- dijo señalandose a si mismo. Le asentí junto a los demás mientras pinchaba una nube para calentarla.
-Me estás mirando mal, vas a por mi, rubito.- dije.
-Como lo sabes.- asintió seguro.
-Prueba.- me levanté dispuesta a hacer lo que retara el desafio.
-Vas a... vas a ir allí.- dijo señalando al chiringuito a pie de playa repleto de gente.- y vas a pedirle el teléfono al primer tio que...- se quedo pensando.
-¿Tenga el pelo negro mismamente?.- dijo Alba.
-Por ejemplo. Además yo voy a ir para dar la prueba por buena.
-Como quieras.- me dirigí al chiringuio tambaleando levemente. Decidí no tomar ni una cerveza más esa noche. El alcohol se me había subido raidamente a la cabeza.


(Narra Liam)


Me quedé hablando con los chicos mientras Marie y Christian estaban con el reto de Marie.

-Chicos, ¿os puedo preguntar algo?.- dije acordándome.
-Claro.- dijo Ryan.
-¿Por qué Marie no quiere ir nunca a la playa con nadie?, me refiro a darse un baño.- ellos torcienron la sonrisa al mismo tiempo y Alba se hundió en sus rodillas.
-Pues es que, no se si te conoce lo suficiente como para que te contemos nada. Quiza Marie coja confianza contigo en un par de semanas y te lo diga, no sé.- dijo ella.
-¿Pero le pasó algo a ella?.- dije preocupado y bajando la voz mientras vi que Marie y Chritian se acercaban a nosotros.
-A ella exactamente no.- dijo Chaz.
-¡Lo ha hecho!.- gritó Christian corriendo hacia nosotros.
-Pero no pienso llamarle.- dijo Marie sentandose a mi lado.

El juego siguió y esta vez le tocaba a Alba. Por un momento aproveché y me giré a Marie para decirle algo al oido.

-¿Verdad o reto?.- susurré.
-¿Qué?.- dijo riendo un poco y flojito.
-Elige.
-Verdad.- dijo muy cerca de mi oido.
-¿Por qué no te vienes un día a la playa conmigo?
-Te hacen falta muchas cenas y películas para eso.- me sonrió y volvió a poner en su palo una de esas nubes para tostarla.



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