DÉCIMO DÍA DE VERANO
(Narra Liam)
Era sábado y hacia un calor horrible en mi habitación. Después de desayunar me había quedado solo en casa mientras mis padres se habían ido a la ciudad.
Bajé a la cocina y cogí de la nevera una coca cola. Cuando volví a subir a mi cuarto puse una de las tumbonas de la playa en el balcón y me tumbé allí con el portátil.
-Tommy, sal de la piscina. Ven a secarte.
Vaya, me había dicho que de vez en cuando cuidaba a niños pero no que los cuidara en la casa de al lado.
-¡No!.- dijo el niño desobedeciéndola y tirándose a la piscina.- ¡bomba!
-Muy bien.- ella tranquilamente se sentó en una de las sillas.- pero cuando venga tu madre verá que no has hecho los deberes. ¿Quieres quedarte sin jugar por la tarde a la Wii?
-Jooo.- se quejó el chico.
-¿Vas a salir?.- se levantó y cogió la toalla del niño.
-¿Cuántos deberes?
-Al menos 2 hojas.
-Vale.
-De cada libro.
-Joo Marie.- se volvió a quejar.
-O eso o no hay Wii.- Marie se cruzó de brazos y se acercó al niño con la toalla en las manos.- ¿qué me dices?
-Vale.- suspiró.
El niño cedió y salió a secarse con la toalla. Me quedé observando a Marie desde el balcón, tan solo levaba el bikini y un vestido naranja a juego con las gafas de sol que le sujetaban el pelo. Se agachó un momento y metió la mano en el agua de la piscina.
-¿Esta muy fría?.- solté de pronto. Ella miró hacia arriba y se puso la mano en la frente para protegerse del sol.
-Liam.- contesto sonriente.- no sabía que estabas en casa.
-Mis padres se fueron. ¿Estás de profesora particular?
-De niñera, de profesora, de infladora de flotadores… es lo que me toca los fines de semana cuando no estoy en el restaurante.
No pude evitar reírme por lo bajo. Volví a mirarla y ambos sonreímos a la vez. El niño que cuidaba vino envuelto en la toalla y cuando nos vio hablando se aferró a la cintura de Marie.
-Lo siento, me reclaman.- se encogió de hombros.
-Ya veo.
-Salgo a la hora de comer.- dijo mientras el niño tiraba de su mano.
-Mis padres vuelven por la tarde. Si te apetece, podríamos comer pizza.- ella asintió pasándose el pelo tras la oreja y se marchó.
(Narra Marie)
-¿Y si tienes que repartir 20 caramelos entre 4 niños?
-5 caramelos.
Tommy terminó los deberes y se metió a casa. Le di un batido de fresa y se quedó viendo los dibujos.
-Hola.- saludó Sara, la madre de Tommy, el niño se lanzó a abrazarla mientras yo cogía mis cosas.
-Hola Sara, se ha tomado un batido y ha hecho los deberes.- la mujer me sonrió y le acarició la cara al niño.- si no te importa, me marcho ya, me voy a comer a casa de un amigo.
-Vale, espera un momento que te doy el dinero.
Salí de casa de los Steward y me fui a la de al lado. Subí los escalones de la entrada y llamé a la puerta mientras me quedé mirando todas las flores que había alrededor.
-¿Te gustan?.- dijo la voz de Liam sacándome de mis pensamientos.
-¿Eh?.- le miré.- no.- contesté arrugando la nariz.- no me gustan nada las flores y además les soy alérgica a todas.
-Eres la primera chica que me encuentro que repela las flores.
-Que se le va a hacer.
Pasé al salón y dejé el bolso en uno de los sofás individuales.
-Voy un momento al baño y te ayudo con esas pizzas.
-Ah, claro, esta en…
-Lo sé, ya te dije que conocía la casa.- me fui casi dando saltitos.
Cuando salí del baño me encontré a Liam intentando romper con los dientes el plástico que envolvía las pizzas. No se dio cuenta de que estaba tras él hasta que no pude evitarlo y me eche a reír.
-Te vas a romper los dientes.- abrí el segundo cajón de la encimera y cogí las tijeras.- anda, trae.
-Me das miedo, sabes dónde está todo en esta casa.
-¿Tu me escuchas cuando hablo?.- corté el plástico y lo tiré a la basura.
-Según, ¿esto cuenta para que vayamos un día a la playa?
-Cuenta.- encendí el horno.
-Entonces sí.
-Pero deja, Los Simpsons.- se quejó Liam, yo seguí pasando canales de televisión.
-Prefiero Phineas y Ferb.- seguí buscando por los canales hasta dar con, disney channel.
-No hablas en serio.- dijo dándole un bocado a la pizza.
-Ahora verás.- encontré el canal y lo dejé puesto.
-Increíble.
-Infantil, ¿no?.
-Ya te veo pidiendo un, happy meal, en cualquier Mc Donals.
-Queeee va.
-¡Lo haces!
-Puede.- metí los dedos en el agua de mi vaso y le salpiqué toda la cara.
(Narra Liam)
-No lo intentes, no se jugar a otro que no sea el Tekken.
-Bueno, pues te enseño.- metí uno de los juegos de carreras en la play y conecté el segundo mando para dárselo a ella.
-Vale, pero como sé que me darás un palizón, quiero que luego pongas el Tekken para tener la revancha.
-También te ganaré.
-Lo que tú digas.- me retó con los ojos y cogió el mando.
-Para no haber jugado nunca te he ganado la última carrera.
-Te he dejado ganar.
-Claaaro, claaaro, lo que siempre se dice. Aprende a perder, Payne.
-Aprende tú, te voy a patear el culo en este juego.- metí el CD del Tekken.
-Chaval, me he pasado el modo historia 3 veces. No vas a poder conmigo.
-Ahora me cuentas.
El juego cargó y cada uno elegimos el primer personaje que quisimos. No tardé mucho tiempo en ganarle la primera partida.
-¿Qué decías de un modo historia 3 veces?.- le revolví el pelo. Ella arrugó un poco la nariz y se colocó bien el pelo.
-Pues nada, también eres mejor que yo en este.
Volvimos a elegirnos cada uno un personaje y la partida volvió a cargar. Por más que le daba a los botones ni me dejaba rozarla. Realmente, era buena jugando a eso. La televisión soltó un, “perfect” y salió mi personaje en el suelo con un gran letrero que anunciaba, game over. Ella me miró desde el otro lado del sofá y alzó una ceja.
-Tienes 10 segundos para correr.
-¿Por qué?.- marcó una bonita sonrisa y se levantó sin saber que hacer.
-Por mentirosa.
-Te he avisado. Modo historia, 3 veces.
-Nada. 1…
-Pero
-2…
-¡Liam!
-3…
Se marchó corriendo hacia el piso de arriba y soltó un grito aún más fuerte cuando me vio enseguida tras ella.
-¡Has dicho 10!
-¡Mentí!
-No, por favor.- suplicó metiéndose a mi cuarto.
-Tú te lo has buscado.- se giró a mí y aproveché para atraparla de la cintura.- ni si quiera me has pedido perdón.- intento deshacerse de mí empujándome hacia atrás.
-Vale, vale.- empecé a hacerle cosquillas.- lo siento.- se echó hacia atrás y cayó encima de la cama tirando de mi camiseta y haciéndome caer sobre ella.
Puse rápidamente las manos en la cama para no dejar caer mi peso sobre ella. Por unos segundos miré hacia abajo y vi como aún me estaba agarrando del cuello de la camiseta. Volví a poner la vista en ella, evitaba mirarme directamente a los ojos pero no podía dejar de reír. Alzó una mano y me apartó el pelo de la frente con cuidado.
-Eres un buen contrincante.
Poco a poco fui bajando la cara, cada vez estaba más cerca de ella. Clavó sus ojos en mí y bajó la mano muy tranquila para acariciarme la mejilla. Pero cuando tan solo nos separaban un par de centímetros el timbre de casa sonó, estropeando, sin duda, el momento.
Ahhhh imposible ! Esto no puede ser quien llama en esos momentos ?! MEENCANTAAA! <3 tequiero y avisa del siguientee :)
ResponderEliminarAviso en el estado del tuenti cielo, Y MIL GRACIAS :'3
EliminarDIOS ES GENIAL *-*
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